Breve historia de Cuba
Antes de la llegada del explorador español Cristóbal Colón en 1492, la isla estaba habitada por los pueblos taíno y ciboney, cuya influencia aún es evidente en la cocina cubana, el cultivo del tabaco y algunas palabras de la lengua española. La colonización española hizo de Cuba un centro neurálgico para el comercio de azúcar y esclavos, lo que dio lugar a una maravillosa arquitectura en lugares como La Habana (la capital), que configuró sus cimientos sociales y económicos. El siglo XIX y principios del XX estuvieron marcados por las luchas por la independencia de España, que culminaron en la Guerra Hispano-Norteamericana de 1898 y la independencia formal de Cuba en 1902. A mediados del siglo XX se produjo un momento crucial en la historia de Cuba con la revolución de 1959 dirigida por Fidel Castro, que transformó la isla en un Estado socialista, alineándose estrechamente con la Unión Soviética durante la Guerra Fría. Sigue enfrentándose a sanciones económicas y a cierto grado de aislamiento mundial. La historia de la isla ha dado lugar a una población endurecida por la resiliencia y la resistencia. El avituallamiento, las instalaciones y las normas cambian rápidamente en Cuba. Ésta es una verdadera aventura fuera de lo común y tienes que estar preparado para aceptar lo que venga. A continuación se ofrece una selección de algunos aspectos destacados.
Cienfuegos
Cienfuegos, conocida como la “Perla del Sur”, es una ciudad célebre por su arquitectura neoclásica francesa y su suave ambiente marítimo. Habiendo probablemente parado en maravillosas islas como Cayo Guano y Cayo Sal en el camino, la ciudad es un verdadero cambio. Su corazón, el Parque José Martí, está rodeado de edificios notables como el Teatro Tomás Terry y la Catedral de la Purísima Concepción, que muestran el rico patrimonio cultural de la ciudad. Un paseo por la Punta Gorda, que se adentra en la bahía, revela una amplia gama de estilos arquitectónicos y ofrece impresionantes vistas del mar, sobre todo al atardecer. El cercano Palacio de Valle es una maravilla arquitectónica con sus intrincados diseños moriscos, que ofrece una visión del lujoso pasado de la ciudad. La ciudad es una verdadera mezcla de elegancia arquitectónica, profundidad histórica y belleza natural, lo que la convierte en una experiencia cubana por excelencia.
Paso de Cienfuegos a Cayo Largo
Hay unas 70 millas de Cienfuegos a Cayo Largo, por lo que podemos hacer esta noche bajo las estrellas del Caribe, lo que nos permitirá llegar a este Cayo en horas diurnas. Con tanto coral alrededor, manglares y arenas movedizas, esto siempre es prudente en esta parte del mundo. Es una navegación emocionante y estimulante que te preparará para lo que está por venir.
Cayo Largo
Cayo Largo del Sur, conocido comúnmente como Cayo Largo, forma parte del Archipiélago de los Canarreos. Cayo Largo es famoso por su belleza natural, con algunas de las playas más hermosas del Caribe. Playa Sirena, Playa Paraíso y Playa Blanca están entre las más populares, y ofrecen kilómetros de suave arena blanca y aguas cristalinas. Las playas son ideales para tomar el sol, nadar y disfrutar de impresionantes puestas de sol. Las aguas que rodean la isla están repletas de vida marina, lo que la convierte en un lugar excelente para practicar snorkel y submarinismo. Los arrecifes de coral albergan una variedad realmente diversa de peces, tortugas marinas y otras especies marinas. A menudo hay excursiones guiadas de buceo y snorkel, que suelen incluir visitas a pecios y bellas formaciones coralinas. El Centro de Rescate de Tortugas Marinas es un lugar estupendo para aprender sobre las tortugas marinas y la labor de conservación que se realiza para protegerlas. Dependiendo de la estación, también tendrás la oportunidad de presenciar cómo las crías de tortuga se abren camino hacia el mar.
Cayo Rosario
Cayo Rosario tiene un buen fondeadero y es una joya deshabitada dentro del Archipiélago de los Canarreos, no lejos de Cayo Largo. Es mundialmente conocido por sus playas y aguas cristalinas, y sus arrecifes de coral. Está rodeada por algunos de los arrecifes de coral más espectaculares del Caribe, lo que la convierte en un paraíso para el snorkel y el buceo. Las aguas que rodean la isla están repletas de una gran variedad de peces, tortugas marinas y otras especies marinas… Sólo se puede acceder a ella en barco desde Cayo Largo y no tiene instalaciones, lo que la convierte en una auténtica isla desierta. Es una rara escapada a un mundo donde la belleza del entorno natural se conserva meticulosamente.
Isla de la Juventud
La Isla de la Juventud es la segunda isla más grande de Cuba y está situada a unos 80 km al sur del continente. Es una mezcla única de historia, belleza natural y cultura. Históricamente importante como colonia penal durante el dominio español y posteriormente bajo el gobierno cubano, adquirió notoriedad por albergar a Fidel Castro en el Presidio Modelo, una prisión abandonada de estilo panóptico, tras su levantamiento inicial. La Isla de la Juventud también es famosa por sus impresionantes paisajes naturales, que incluyen playas, bosques y el Parque Nacional Marino de Punta Francés, de categoría mundial. Abarca una parte importante de la costa suroccidental de la isla, proporcionando protección a una amplia gama de ecosistemas, como manglares, praderas de algas marinas y arrecifes de coral. Estos ecosistemas albergan una impresionante biodiversidad, incluidas especies en peligro de extinción como las tortugas marinas y el coral negro. El propio Puerto Francés tiene una playa preciosa de la que podemos disfrutar.
Cayo San Felipe
Cayo San Felipe es una de las joyas menos conocidas del Archipiélago de los Canarreos. Esta pequeña y apartada isla forma parte de una zona prístina y ecológicamente significativa, apreciada por su belleza natural intacta. Es famosa por su rica biodiversidad, que incluye manglares, arrecifes de coral y una abundante vida marina. La isla en sí está en gran parte deshabitada, lo que ha contribuido a proteger sus playas, arrecifes de coral y la variedad de vida salvaje que la llama hogar.
María La Gorda