Breve historia de Svalbard
La historia de Svalbard es un fascinante relato de exploración, explotación e intriga internacional. Avistada por primera vez en 1596 por el explorador holandés Willem Barentsz, Svalbard se convirtió rápidamente en un punto caliente para la caza de ballenas, atrayendo a aventureros y trabajadores de Europa. En el siglo XIX y principios del XX, la minería del carbón se convirtió en la industria dominante, y los países establecieron asentamientos para reclamar sus derechos. El Tratado de Svalbard de 1920 reconocía la soberanía noruega al tiempo que permitía a todos los países firmantes los mismos derechos en las empresas comerciales, un acuerdo único que continúa hoy en día. A lo largo de su historia, Svalbard ha sido una frontera de exploración ártica, un lugar de importancia geopolítica y un ejemplo vivo de cooperación internacional en la gestión e investigación de uno de los entornos más extremos del mundo.
Itinerario
Las condiciones meteorológicas exactas y los niveles de hielo marino del momento determinarán lo que podemos explorar en Isfjorden, y el itinerario de esta expedición a Svalbard varía cada año a medida que navegamos hacia el norte del fiordo. Después de esta expedición, navegaremos hacia el sur hasta Islandia vía Jan Mayan, y puedes unirte a estas dos expediciones una detrás de otra.
Éstos son algunos de los aspectos más destacados de la región.
Longyearbyen
Esta pequeña pero vibrante comunidad es la puerta de entrada a los remotos espacios naturales del Ártico. Enclavada entre montañas glaciares, esta ciudad es una auténtica mezcla de las culturas noruega y polar. Visita el Museo de Svalbard para conocer mejor la historia de Spitsbergen, su industria minera y la exploración polar a lo largo de los años.
Trygghamna
Traducido al inglés como “Puerto Seguro”, Trygghamna es una impresionante bahía que históricamente sirvió de fondeadero crucial para balleneros y exploradores debido a sus aguas abrigadas, que les proporcionaban refugio de las duras condiciones árticas. La bahía alberga miles de aves marinas, como araos y gaviota tridáctila, rodeadas de imponentes acantilados y glaciares. Los alrededores de Trygghamna también son ricos en flora ártica, y es posible que veas renos de Svalbard y zorros árticos. Los restos históricos de los hornos de grasa también dan testimonio de su pasado, mezclando la belleza natural de la bahía con un toque de historia humana.
Ytre Norskøya
Ytre Norskøya es una pequeña isla que fue un vigía ballenero holandés durante muchos años. Los hornos del siglo XVII para cocinar la grasa de ballena y las tumbas de unos doscientos balleneros holandeses ofrecen una visión del pasado, junto con la cruz de hierro en la cima de la montaña Utkiken, de 151 m de altura. Fuglefjorden tiene hermosas vistas de Svitjodbreen y Birgerbukta, y es muy posible que veas skúas grandes, skúas árticos e incluso un oso polar. Aquí se ven restos de la gran época de caza del oso polar.
Raudfjorden y Ermaktangen
Raudfjord, en la costa norte de Spitsbergen, es un impresionante fiordo conocido por sus espectaculares glaciares y su rica fauna. El nombre del fiordo, “Fiordo Rojo”, procede de los sedimentos de color marrón rojizo que colorean su lado oriental, creando un llamativo contraste con los glaciares blancos. Es un paraíso para la fauna, que ofrece la posibilidad de ver focas anilladas y barbudas, tal vez una beluga y osos polares. La zona tiene mucha importancia histórica, ya que Christiane Ritter pasó el invierno en una cabaña cerca de Gråhuken. Ermaktangen, en la costa de los fiordos de Spitsbergen, es otro punto culminante si llegamos hasta allí.
Reindyrsflya
Reindyrfla es la mayor zona de tundra de Spitsbergen y es una llanura ondulada de gran belleza de naturaleza ártica. Accesible sólo cuando las condiciones del hielo lo permiten, es un lugar encantador para ver de cerca la flora y la fauna del Ártico. La vasta tundra, salpicada de flores silvestres durante el breve verano, también constituye un hábitat para una gran variedad de especies de aves y suele ser frecuentada por los renos de Svalbard, que deambulan libremente hasta los bordes del hielo marino. Los lagos te brindan la oportunidad de avistar buceadores de garganta roja y reyezuelos.
Glaciar de Mónaco
El Glaciar de Mónaco, que lleva el nombre del Príncipe Alberto I de Mónaco, oceanógrafo pionero que exploró extensamente el Ártico, es una de las maravillas naturales más impresionantes de Svalbard si el hielo marino lo permite. Situado en Liefdefjorden (el “Fiordo del Amor”), en la costa noroeste de Spitsbergen, este imponente glaciar es famoso por su belleza. El imponente frente de hielo del glaciar, que se extiende kilómetros a través del fiordo, es fascinante, con sus vibrantes tonos azules y sus enormes formaciones de hielo.
Como uno de los glaciares más activos de Svalbard, el glaciar de Mónaco es una fuente importante de desprendimientos de hielo, en los que trozos gigantes de hielo se desprenden y se estrellan contra el mar. La zona que rodea el glaciar de Mónaco también es rica en fauna, y ofrece la oportunidad de avistar osos polares, que a menudo se ven en los témpanos de hielo cazando focas, así como una gran variedad de aves marinas que prosperan en las aguas ricas en nutrientes agitadas por la actividad del glaciar.
Magdalenafjorden
Magdalenefjord es uno de los lugares más destacados de Spitsbergen, lleno de glaciares y flanqueado por escarpadas montañas. Esta histórica bahía, que en su día fue una destacada zona ballenera, tiene en Gravneset una asombrosa playa de arena blanca. Los valientes pueden atreverse a nadar aquí en sus aguas heladas, rodeados de icebergs flotantes. Fuglesangen es un gran lugar para observar animadas comunidades de pequeñas alcas en una visita a la costa.
Kongsfjorden y Krossfjorden
Aquí podemos visitar Ny London, con sus restos de minería de mármol de principios del siglo XX, y Ny Ãlesund, la comunidad más septentrional del mundo. También hay estaciones internacionales de investigación y el famoso mástil del dirigible Norge, que realizó el primer vuelo a través del Polo Norte hasta Nome, Alaska, en 1926. Krossfjorden tiene vistas de colosales glaciares y elevados picos montañosos. Recuerda que la extensión del hielo de los fiordos dicta cuánto podemos ver en este tipo de lugares. Aquí hay grandes colonias de aves marinas, un lugar de cría de focas y ocasionalmente osos polares.
Bohemanfiya y Gipsvika
Bohemanflya tiene una extensa tundra con su avifauna (dependiendo de cuándo llegue la primavera) y espectaculares formaciones geológicas a lo largo de la costa. En Gipsvika, puedes ir a la costa cerca de Templet, un lugar montañoso de roca sedimentaria erosionada del periodo Carbonífero Superior, hace unos 290 millones de años.
Barentsburg
Barentsburg, una ciudad minera rusa semiabandonada en el extremo sureste de Isfjorden, es como entrar en otra época. Sus murales de la época soviética y las estatuas de Lenin son reliquias de un tiempo pasado, mientras que su historia minera, que se remonta a 1912, cuenta una historia de industrialización ártica y competencia geopolítica. La historia de Knut Emil Glad y su esposa, Anna Josefine, que pasaron el invierno en lo que se convertiría en Barentsburg, añade un elemento humano al austero paisaje.
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