El mantenimiento de un cabrestante Lewmar es esencial para garantizar un rendimiento óptimo y la longevidad de tu equipo. Un mantenimiento regular evita averías mecánicas y mantiene todo funcionando sin problemas. Aquí tienes una guía detallada sobre cómo realizar eficazmente el mantenimiento de tu cabrestante Lewmar.
Preparación: Pasos esenciales antes de empezar
Antes de empezar a reparar el cabrestante, la preparación adecuada es crucial para garantizar un proceso limpio y sin problemas. Aquí tienes algunos pasos para prepararte:
- Herramientas y diagramas: Asegúrate de tener a mano todas las herramientas y materiales necesarios. Además, obtén un diagrama de despiece de tu modelo de cabestrante para guiarte en el proceso. Este diagrama sirve de ayuda visual para la identificación y colocación de las piezas. Tenemos los nuestros plastificados y en el kit de servicio.
- Protege tu espacio: Coloca toallas alrededor de la zona de trabajo en la cubierta para protegerla y reducir al mínimo la posibilidad de que las piezas reboten durante el desmontaje. Si trabajas cerca del costado de la embarcación, coloca toallas sobre las líneas de vida para evitar que alguna pieza desaparezca por la borda.
- Protección de la piel: Utiliza guantes para proteger tu piel de la grasa y la suciedad asociadas al mantenimiento del cabrestante. Considera la posibilidad de llevar dos pares de guantes; cuando te acerques a las fases finales del montaje, puedes quitarte el par exterior sucio para mantener limpio el cabrestante recién revisado.
Herramientas y materiales necesarios:
- Desengrasante o gasóleo
- Cepillo de dientes
- Palillos
- Grasa marina
- Aceite ligero para máquinas
- Trapos
- Destornillador plano
- Llaves Allen o hexagonales
Paso 1: Desmontaje
Empieza por desmontar el tambor del cabrestante. La mayoría de los cabrestantes te permiten levantar el tambor directamente de la base tras quitar el circlip o tornillo de la parte superior del eje. Guarda todas las piezas pequeñas en una bandeja para evitar perderlas.
Paso 2: Limpieza
Limpia bien todas las piezas con desengrasante a medida o gasoil. Elimina toda la grasa vieja, la sal y la suciedad de los engranajes y cojinetes utilizando un trapo, un palillo y un cepillo suave. Asegúrate de que todas las piezas estén completamente limpias, sin restos de desengrasante y secas antes de volver a engrasarlas.
Paso 3: Inspección
Inspecciona todos los componentes en busca de desgaste y daños. Presta especial atención a los trinquetes y muelles, que son propensos al desgaste debido a su papel crucial en el mecanismo del cabrestante. Sustituye las piezas desgastadas o dañadas con repuestos de tu kit de mantenimiento.
Paso 4: Lubricación
Aplica generosamente grasa marina a los engranajes. La grasa debe recubrir los engranajes de manera uniforme pero no excesiva: demasiada grasa puede atraer más suciedad. Engrasa ligeramente los trinquetes y los muelles con aceite de máquina para garantizar un funcionamiento suave. Ten cuidado de no lubricar en exceso, ya que esto puede provocar una acción lenta del trinquete. Nunca pongas grasa en los trinquetes ni en los muelles.
Paso 5: Montaje
Vuelve a montar el cabrestante con cuidado, asegurándote de que todas las piezas están correctamente alineadas y asentadas, utilizando con seguridad el diagrama del cabrestante. Vuelve a colocar el tambor en la base y fija los circlips o tornillos que hayas retirado durante el desmontaje.
Paso 6: Comprobación del funcionamiento
Una vez montado de nuevo, gira la manivela del cabrestante para asegurar un funcionamiento suave. No debe haber ruidos de atascamiento o rechinamiento. Si el cabrestante no funciona con suavidad, vuelve a comprobar el montaje y la lubricación.
Paso 7: Programa de mantenimiento
El mantenimiento regular es clave para prolongar la vida útil de tu cabrestante. Debido al uso intensivo, revisamos nuestros cabrestantes cada 12 semanas. Es probable que no necesites revisiones tan periódicas, pero deben hacerse al menos una vez por temporada.
Conclusión
El mantenimiento de tu cabestrante es un proceso sencillo, esencial para la seguridad y que prolongará enormemente su vida útil y su rendimiento. Necesitas haber aprendido a manejar el cabrestante, disponer de las herramientas adecuadas y un poco de tiempo de sobra, y podrás asegurarte de que tu cabrestante funcione de forma eficaz y segura, evitándote muchos posibles dolores de cabeza durante tus aventuras de navegación. Recuerda: ¡un cabrestante bien mantenido es un cabrestante fiable!
Mira nuestro vídeo de Yachting Monthly sobre el mantenimiento de cabrestantes aquí