Un marinero debe saber cómo fondear un barco de forma segura y firme. No sólo te permite ampliar tu autonomía de crucero, sino que también es esencial para la seguridad. Si pierdes el viento o el motor, tienes que ser capaz de impedir que tu barco se acerque al peligro.
Esta es nuestra introducción básica a las habilidades clave que necesitas. Los cursos de formación práctica, como la Masterclass de Elaboración de Pasadizos Rubicón 3, desarrollarán realmente tus habilidades.
- Elige un fondo marino adecuado. Tiene que ser arena, barro o arcilla para que el anclaje aguante algún tiempo
- Elige una protección adecuada. Debes evitar la orilla de sotavento, así que procura que el viento te aleje de la tierra.
- Calcula el FUD. F” es la bajada (o subida) máxima de la marea desde el momento en que piensas fondear. U” es la cantidad de agua que quieres que quede debajo de tu barco. D’ es el calado de tu barco.
- El FUD te da la profundidad del agua en la que tienes que fondear. Puedes conducir literalmente hasta encontrarlo.
- Asegúrate de tener 4-5 veces la profundidad máxima en la línea de anclaje.
- Cuando hayas encontrado tu sitio, baja el ancla (lo mejor es la caída libre) y retrocede gradualmente a motor mientras colocas todo el alcance.
- Una vez fijada el ancla, deja el motor suavemente en popa durante 30 segundos para comprobar que se mantiene firme
- Apaga el motor y coloca un amortiguador, para que la embarcación no se enganche contra la cadena.
- Elige algunos tránsitos que puedas ver fácilmente para comprobar que no te estás desviando.
Comprueba que tu ancla está ajustada
Una vez que hayas terminado de anclarlo, debes comprobar que no se arrastra. A veces puede ser muy difícil saberlo, sobre todo si el barco se mueve con el viento y la marea. El mejor consejo es que pongas la mano en la rueda justo después de la roldana de proa y veas si notas vibraciones o traqueteos. Es una señal segura de arrastre y, a menos que se calme pronto, tendrás que levantar el ancla y volver a calarla. También debes seguir vigilando tus tránsitos.
Tu último trabajo será establecer una alarma de arrastre del ancla. No todo el mundo las utiliza y pueden darte una falsa sensación de seguridad, así que considéralas sólo como una copia de seguridad. Tu unidad GPS suele tener una de ellas, al igual que la mayoría de las aplicaciones modernas de navegación en un smartphone. Recuerda que te moverás durante la noche, sobre todo en aguas con mareas, así que si hay espacio, configúralo para que te despierte si la embarcación se mueve más del doble de la longitud de la cuerda.
Recuperar tu ancla
Cuando llegue el momento de zarpar de nuevo, querrás que una persona esté junto a la proa, utilizando el mando del molinete. Es el pequeño motor que levanta el ancla. Sin embargo, no quieres que trabaje tanto, así que mediante movimientos claros de los brazos, el proa debe indicar al timonel hacia dónde está tendida la cadena. Utilizando breves ráfagas de potencia y timón, el timonel quiere maniobrar el barco de modo que la cadena del ancla quede casi vertical. Así se minimiza el esfuerzo del molinete. Con vientos o mareas fuertes, esto será clave, ya que puedes dañar el motor.
Cuando la cadena esté vertical, el proa debe subirla y seguir comprobando que la cadena desciende por el cabo hasta el pozo de anclas. Es fácil que se enrede y de repente te encuentres con una desagradable obstrucción.
Una vez que el ancla esté fuera del suelo, asegúrate de hacer saber al timonel que la embarcación está libre y que tienen el control, pero asegúrate de que mantienen la embarcación bien y despacio hasta que hayas recuperado el ancla. Si el cable sube sucio, intenta lavarlo a medida que sube o puedes ensuciar mucho la embarcación. El ancla en sí puede arrastrarse lentamente por el agua justo antes de salir a la superficie para limpiar cualquier resto de barro o maleza. Una vez que esté en cubierta, asegúrate de bloquear el molinete y pasar el pasador de seguridad por el ancla para que no pueda caerse por accidente. ¡Ya estás fondeado y listo para otro gran día en el agua!
Recuerda, el anclaje puede ser peligroso y tienes que asegurarte de que los dedos y la ropa no quedan atrapados o pueden producirse lesiones graves.
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